El viaje con nuestras bicicletas eléctricas nos conducirá hoy, a través del agua, a un lado parcialmente olvidado de la vibrante metrópoli de La Habana, centro de santería y de la antigua trata de esclavos. El oriente de la Bahía de La Habana tiene un encanto y originalidad particulares, y rara vez es visitado por turistas, porque muchos ni siquiera saben cómo llegar a esta parte de la ciudad. ¡Prepárense para una aventura con nuestras inusuales rutas! Este recorrido los inundará con impresiones de la auténtica vida cotidiana cubana. Nos sumergiremos en el mundo de la santería importado de África por los esclavos y conocerán también cómo la metrópoli solía defenderse de los ataques externos en el pasado. A este otro lado de la fascinante ciudad de La Habana, gran parte de la historia se ha preservado. Una parte esencial de este recorrido, lo serán las paradas en algunos de los lugares más famosos de la ciudad, pero también en otros desconocidos.
Nuestro guía nos espera con las bicicletas eléctricas a las 9:00 am en el Parque Mariana Grajales, calle 23 / entre C y D, La Habana / Vedado, que lleva el nombre de la madre del General Antonio Maceo (1845-96), un héroe de las Guerras por la Independencia. (Como alternativa y previa solicitud, se puede organizar otro punto de encuentro para grupos privados). Después de una breve explicación sobre las bicicletas, el ajuste de la altura individual para cada cliente, seguido de la información sobre el estado de las carreteras cubanas y las reglas del tráfico en la ciudad, comenzaremos nuestro recorrido. Los medios de transporte en Cuba suelen ser diferentes a los que estamos acostumbrados, esto lo notarán rápidamente en nuestro recorrido de descubrimiento rumbo a la Bahía de La Habana.
Pedalearemos hacia La Rampa, a lo largo del antiguo Hotel Habana Hilton, renombrado como Hotel Habana Libre poco después del triunfo de la revolución, y pasando también por el Hotel Nacional, donde la mafia se sentía “como en casa”, llegaremos al Malecón, que es, a decir de muchos, el paseo marítimo más bello del mundo. De ahí, nos dirigiremos al muelle del ferry de La Habana, donde tomaremos una “Lanchita”, como cariñosamente llaman los cubanos a sus transbordadores marítimos, utilizados casi exclusivamente por ellos, en la que navegaremos hasta el otro lado de la Bahía.
Visitaremos la Iglesia de Nuestra Señora de Regla y luego nos dirigiremos a Guanabacoa, donde tendremos la oportunidad de ver el automóvil cubano más antiguo y al mismo tiempo profundizaremos en los temas de la santería y el sincretismo religioso.
Las impresiones que recogeremos en nuestro camino alrededor de la Bahía hacia El Cristo, serán inolvidables. En este recorrido, no debemos perdernos la visita a Cojímar, en la costa este; se trata de un pueblo de pescadores que solía ser frecuentado por Hemingway muy a menudo. En el Cristo nos espera una vista inigualable de La Habana. Antes de dirigirnos a Casablanca para tomar la lancha de regreso, podremos ver la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, la Comandancia del Che, que conserva aún su mobiliario original, así como el Castillo de los Tres Reyes del Morro.
Por supuesto, también tenemos previsto recuperar minerales, vitaminas, proteínas, carbohidratos, líquidos, etc., la pregunta es ¿dónde?, eso dependerá un poco de nuestra velocidad y de la duración de las paradas en los lugares atractivos que sugerimos. Si almorzamos al lado este de la Bahía, entonces podrían incluso disfrutar de un “currywurst”, receta típica alemana, o también probar la clásica cocina cubana. Si cruzamos la bahía temprano, gracias a nuestra “tremenda velocidad”, nos saciaremos con otras delicias culinarias, para recargar energía. Luego de regresar a la metrópoli, pasaremos por La Habana Vieja para conocer algunos de los lugares históricos en el camino al Malecón y finalmente, retornaremos a nuestro punto de partida.